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396 pages, Hardcover
First published January 1, 2002
…what am I doing in another country behaving like a nervous fiancé or, worse, like an insignificant lover or, worse, like a pathetic suitor who refuses to accept what he already knows, that he will always be rejected? That time is no more, it is not my time now, or, rather, my time has passed…
The work got off to a gradual start, by which I mean that once the contract had been agreed, they began giving me or asking me to undertake various tasks, which then increased in number, at a brisk but steady rate, and, after only a month, possibly less, I was a full-time employee, or so it seemed to me.
“Él tenía mucho que contar y que argumentar siempre…; su conversación me enseñaba, me instruía y me deslizaba ideas o me las renovaba, por no decir que me cautivaba.”Una verdad exagerada, es cierto, pues sugerentes y provocadoras son las muchas ideas que contienen estas páginas. La primera de ellas se encuentra ya en el párrafo que inicia la novela y en el que nos advierte de los peligros del contar, y quién mejor que un escritor que del contar ha hecho su vida, del impudor su oficio, para prevenirnos de ese deseo constante e insaciable del ser humano.
“Contar es casi siempre un regalo, incluso cuando lleva e inyecta veneno el cuento, también es un vínculo y otorgar confianza, y rara es la confianza que antes o después no se traiciona, raro el vínculo que no se enreda o anuda, y así acaba apretando y hay que tirar de navaja o filo para cortarlo.”Contar es problemático porque no siempre se sabe cómo, no siempre es explicable lo importante, demasiados factores confluyen, no siempre es claro el orden de causalidad de esos factores o no siempre somos conocedores de todos los factores e incluso no sería raro que esos factores se hayan ido transformando en nuestra memoria hasta trastocar significados. Y por si esto no fuera suficiente razón para elegir el silencio, es de todos sabido que lo dicho se presta siempre a la tergiversación, a ser utilizado en nuestra contra. Lo dicho puede ser motivo de traición, de denuncia, de venta. Lo dicho nos debilita, nos sitúa en una situación de dependencia ante el que sabe, de fragilidad ante el que ha descubierto el modo de influirnos, de persuadirnos, de manipularnos.
“Borrar, suprimir, cancelar, y haber callado ya antes, esa es la aspiración del mundo.”Pero tan imposible es borrar lo dicho, pretender que “lo que fue no haya sido”, como callar. Estamos impelidos a hablar, a relatar, a argumentar y a refutar, a exponer y a exponernos. Nos queman los secretos, nos repugna el olvido y la ignorancia por parte de los otros de lo que sabemos, de lo que hemos vivido y de lo que hemos pensado o solo soñado, no soportamos que desaparezca nuestra huella, nos pesa en el alma no liberar de nuestra alma tanto lo horroroso e inconfesable como la alegría, la esperanza y el amor.
“En el fondo sólo nos interesa e importa lo que compartimos, lo que traspasamos y transmitimos. Queremos sentirnos parte de una cadena siempre, cómo decir, víctimas y agentes de un inagotable contagio.”Y aunque yo me cuento entre aquellos que prefieren no contar, entre los que raramente hablan de lo que sienten, de lo que sintieron, de lo que hicieron o les hicieron o harán, no por ello estoy a salvo. Siempre hay alguien para el que somos transparentes, siempre hay alguien que nos cale, que intuya lo que somos y lo que somos capaces de hacer y de no hacer y lo que podríamos llegar a hacer, alguien capaz de traer al presente nuestro “rostro mañana”.
"Los individuos llevan sus probabilidades en el interior de sus venas, y sólo es cuestión de tiempo, de tentaciones y de circunstancias que por fin las conduzcan a su cumplimiento"Nosotros mismos podríamos ser ese alguien para otros, ser uno de los elegidos, de los "intérpretes de personas" o "traductores de vidas" o "anticipadores de historias", y así evitar la traición futura, la puñalada en la espalda, saber lo que a lo mejor no querríamos saber pues en el fondo odiamos el conocimiento y la certidumbre, e intuimos que “esa luz suspicaz, recelosa, interpretativa, inconforme con las apariencias y con lo evidente y llano” pueda encubrirnos la superficie, lo simple, nublarnos la visión de lo que no tiene doblez ni secreto y así convertirnos en nuestro propio dolor y nuestra fiebre.
“Nos aburren la protección y la prevención y la alerta, y a todos nos gusta arrojar el escudo lejos y marchar ligeros blandiendo la lanza como un adorno.”Es más, nos aterra el precipicio de la equivocación, la posibilidad de lo improbable, la responsabilidad de lo visto y errado, y entonces el don del conocer se trastoca una vez más en maldición. ¿Se puede conocer hasta ese punto? ¿Podemos estar seguros del afecto presente, de la traición futura? ¿Se puede cambiar, se puede ser mañana en el que no se es hoy?
«Ella me mejoraba, me hacía más alegre y ligero, no tan cavilador, mucho menos peligroso, mucho menos enturbiado. 'My dear, my dear', pensé, y lo pensé en inglés porque era la lengua que estaba hablando y además hay cosas que avergüenzan menos en una que no es la propia, incluso si sólo son para el pensamiento. 'Si se me diera el olvido', pensé ahora ya en español. 'Si me lo dieras tú, tu olvido.'»
” ¿Cómo puedo no conocer hoy tu rostro mañana, el que ya está o se fragua bajo la cara que enseñas o bajo la careta que llevas, y que me mostrarás tan sólo cuando no lo espere?”Deza no es un narrador típico; es un espectador del mundo, pero también un filósofo que se pierde en sus pensamientos. Si pensabas que un narrador observador no podría ser interesante, déjame decirte que Marías consigue que cada pausa, cada digresión, sea una revelación. Como en la vida, todo lo que parece una interrupción termina siendo lo que realmente importa.
”No debería uno contar nunca nada, ni dar datos ni aportar historias ni hacer que la gente recuerde a seres que jamás han existido ni pisado la tierra o cruzado el mundo, o que sí pasaron pero estaban ya medio a salvo en el tuerto e inseguro olvido. Contar es casi siempre un regalo, incluso cuando lleva e inyecta veneno el cuento, también es un vínculo y otorgar confianza, y rara es la confianza que antes o después no se traiciona, raro el vínculo que no se enreda o anuda, y así acaba apretando y hay que tirar de navaja o filo para cortarlo.”El lenguaje en Fiebre y lanza no solo comunica, sino que transforma. Lo que Jacques conversa con personajes como Wheeler y Tupra no son solo palabras, son filosofías en acción. No es casualidad que Marías insista tanto en lo que decimos y lo que callamos. Las palabras son el campo de batalla, y no siempre sabemos quién ganará.
an inexplicable phase, meaningless like all tautologies, empty words, a rudimentary concept