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Set in 1930s Calcutta, this is a roman á clef of remarkable intimacy. Originally published in Romanian in 1933, this semiautobiographical novel by the world renowned scholar Mircea Eliade details the passionate awakenings of Alain, an ambitious young French engineer flush with colonial pride and prejudice and full of a European fascination with the mysterious subcontinent.
Offered the hospitality of a senior Indian colleague, Alain grasps at the chance to discover the authentic India firsthand. He soon finds himself enchanted by his host's daughter, the lovely and inscrutable Maitreyi, a precocious young poet and former student of Tagore. What follows is a charming, tentative flirtation that soon, against all the proprieties and precepts of Indian society, blossoms into a love affair both impossible and ultimately tragic. This erotic passion plays itself out in Alain's thoughts long after its bitter conclusion. In hindsight he sets down the story, quoting from the diaries of his disordered days, and trying to make sense of the sad affair.
A vibrantly poetic love story, Bengal Nights is also a cruel account of the wreckage left in the wake of a young man's self discovery. At once horrifying and deeply moving, Eliade's story repeats the patterns of European engagement with India even as it exposes and condemns them. Invaluable for the insight it offers into Eliade's life and thought, it is a work of great intellectual and emotional power.
"Bengal Nights is forceful and harshly poignant, written with a great love of India informed by clear-eyed understanding. But do not open it if you prefer to remain unmoved by your reading matter.It is enough to make stones weep." — Literary Review
Mircea Eliade (1907-1986) was the Sewell L. Avery Distinguished Service Professor in the Divinity School and the Committee on Social Thought at the University of Chicago. Many of his scholarly works, as well as his two-volume autobiography and four-volume journal, are published by the University of Chicago Press. Translated into French in 1950, Bengal Nights was an immediate critical success. The film, Les Nuits Bengali, appeared in 1987.
200 pages, Paperback
First published January 1, 1933
"Really, Alain, how could you fall for a Bengali? They're disgusting. I was born here. I know these women better than you do. They're dirty, and there's nothing doing, believe me, no question of love! That girl will never look at you."


“Primero quise a un árbol… me enamoré de uno muy alto e imponente, pero era tan delicado y mimoso... No podía separarme de él. Todo el día estábamos abrazados, le hablaba, lo besaba y lloraba. Le hacía versos, no los escribía, se los recitaba nada más que a él. ¿Quién más me hubiese entendido? Y cuando él me acariciaba el rostro con sus hojas, sentía una felicidad tan dulce que perdía el aliento. Me apoyaba en su tronco para no caerme. Por las noches me escapaba de mi habitación, desnuda, para subirme a mi árbol. No podía dormir sola. Allá arriba lloraba entre sus hojas hasta que empezaba a hacerse de día y me ponía a temblar.”Otro aspecto que llama mucho la atención, más allá del desmedido racismo y desprecio que sienten los colonizadores hacia los indios, es esa mezcla de fascinación y repulsa que sienten estos hacia el hombre occidental o, por ejemplo, su deseo por tener una piel lo más clara posible (las mujeres de piel oscura necesitaban una dote mayor para poder casarse).
“…son ustedes blancos. Son muy hermosos. A mí también me gustaría ser blanca.”Una fascinación que también discurre en sentido contrario, al menos en lo que a Allan se refiere, que se siente fuertemente atraído por la profundidad y sencilla moralidad que vislumbra en la cultura y en las gentes del país.
“El nuestro, el de los blancos, es un mundo muerto. Ya no encuentro nada en él. Si me aceptaran, como se lo pido a Dios, en una familia india, encontraría fuerzas para rehacer esta vida mía levantada sobre naderías, sobre intereses estúpidos y abstracciones. Desearía empezar desde el principio, creer en algo, ser feliz. Sólo puedo ser feliz con un amor perfecto, y esa clase de amor no la encuentro más que aquí, en este barrio, en esta casa.”Pero por encima de todo ello está la historia de amor, una historia de amor adolescente llena de descubrimientos e inseguridades, de tentaciones, de inexperiencia, de anhelos, en un contexto cultural muchas veces insondable que somete la relación de la pareja a trabas que creen insuperables. Allan/Eliade poco a poco se percata de que la sociedad india está muy lejos de esa cultura primaria, salvaje, pura e inocente que él creía, y que, por el contrario, está llena de ritos, prejuicios, jerarquías, supersticiones…
“Una vez más venía a darme cuenta de que sólo nosotros, la gente civilizada, éramos sencillos, ingenuos y claros. Que estas personas, a quienes yo quería tanto que estaba dispuesto a ser uno de ellos, ocultaban, todos y cada uno, una historia y una mitología impenetrables, que tenían un alma espesa y profunda, compleja e incomprensible.”Una novela cuya lectura me ponía en una situación paralela a la del protagonista, el cual luchaba constantemente contra sus sentimientos incapaz de asumirlos, no queriendo admitir que, adolescente o no, excesivo o no, estaba disfrutando mucho de esta historia de amor.
“… de Maitreyi me atraía otra cosa, su irracionalidad, su virginidad bárbara y, por encima de todo, su fascinación. Y me expliqué perfectamente lo que me pasaba; yo estaba fascinado, no enamorado.”Quizás el pasado del autor, sus escarceos con el nazismo y su profundo antisemitismo, me hacían leer con el freno de mano puesto, una sensación que se acentuó cuando a continuación de esta leí la novela que narra la misma historia desde la perspectiva de Maitrevi, “Mircea (El amor no muere)” (desde aquí doy las gracias a la editorial Delirio por el acierto de hacer una edición conjunta de ambas novelas), en las que, más allá de las distintas perspectivas culturales, religiosas e incluso personales desde las que interpretar los hechos, esta acusa al autor rumano de mentir en cuanto al carácter erótico y hasta pornográfico con el que describe la relación que mantuvieron, por muy bellos que fueran esos pasajes. Un reproche que hace que leamos la cita con la que se inicia la novela de Mircea Eliade de una forma bien distinta.
“¿Te acuerdas de mí, Maitreyi? Y si te acuerdas, ¿podrás perdonarme algún día?”

